La relatividad de Einstein trajo el nuevo concepto del espacio-tiempo, demostrando que ambas magnitudes no son más que las dos caras de la misma moneda. Según esta nueva teoría de Einstein cada punto del espacio pasa a poseer un tiempo personal, desapareciendo el concepto de tiempo absoluto. Con estas ideas, Einstein llegó a la lógica conclusión de que el pasado, presente y futuro no existen como tal, volviendo al concepto tan antiguo como el tiempo imaginario en el que creía Platón. Solo existen en función de la relación que mantienen entre ellos.

Siguiendo la revolución de la relatividad de Einstein, podemos representar gráficamente un objeto en movimiento en el espacio-tiempo del mismo modo que lo hacemos en las tres dimensiones espaciales. La física considera que el tiempo es más bien una etiqueta, un modo de pensar sobre los sucesos y, en concreto, una relación entre los sucesos que puede ser descrita matemáticamente. Un punto, por ejemplo, sucede tanto en el espacio como en el tiempo. Einstein demostró que el espacio y el tiempo eran conceptos que iban indisolublemente unidos.

Si X sucede antes que Y, entonces X puede afectar a Y, pero Y no puede afectar a X. El espacio-tiempo de Einstein delinea la geometría tanto del espacio como del orden de ocurrencia de los sucesos. A partir de una ocurrencia cualquiera, sus efectos posteriores en el tiempo vienen representados como un cono que se extiende hacia la dimensión temporal. En el interior del cono, todos los son casuales y lógicos, mientras que en el exterior, la casualidad se pierde y reina la anarquía.

A los dos años nos movemos como si en el mundo solo existieran dos dimensiones: para adelante, para atrás, para la derecha y para la izquierda. Luego, algo más tarde, si osamos subirnos a la barandilla y nos caemos al vacío, habremos descubierto que existe una dimensión más, hacia arriba y hacia abajo. Dos años más tarde se produce un salto hacia delante sin precedentes, de pronto descubrimos que , además del espacio, también existe una dimensión temporal. De repente somos conscientes de que algo sucedió en el pasado y de que si me comporto de una manera determinada, ocurrirán otras cosas en el futuro condicionadas por ese comportamiento. ¿Existe algo realmente más importante que ser conscientes de como nos podemos podemos mover en el espacio y en el tiempo? Nos va en ello sobrevivir a una caída en el espacio o pegarnos de bruces contra la pared.

Las teorías psicoanalíticas nos enseñan fundamentalmente a desplazarnos en el tiempo mental.

Motivados por las teorías de Einstein los físicos se han interesado muy vivamente por estudiar los nuevos conceptos del tiempo.

Así el filósofo H.G.Wells describe el tiempo como un espacio: "Cuando recuerdo muy vivamente un incidente retrocedo al momento en que ocurrió. Me convierto en un despistado, como dicen. Salto hacia atrás por un momento. ¿Por qué no habría de esperarse que finalmente sea capaz de detener o de acelerar su movimiento por la dimensión tiempo, o hasta de dar la vuelta y de viajar en otro sentido?

En su libro "la máquina del tiempo" dirá: Un cuerpo sólido no tiene existencia real si no le ubicamos en el tiempo. Todo cuerpo real debe extenderse en cuatro direcciones: debe tener longitud, anchura, espesor y.... duración. Existen en realidad cuatro dimensiones, tres a las que llamamos los tres planos del espacio y una cuarta el tiempo. Hay, sin embargo, una tendencia a establecer una distinción irreal entre las tres primeras dimensiones y la última, porque sucede que nuestra conciencia se mueve intermitentemente en una dirección a lo largo de la última desde el comienzo hasta el final de nuestros días. la cuarta dimensión no es más que otra forma de considerar el tiempo. El espacio tiene tres dimensiones que pueden llamarse longitud, anchura y espesor, y que siempre es definible por referencia a tres planos, cada uno de ellos en ángulo recto con los otros. Sobre una superficie plana que solo tiene dos dimensiones podemos representar la figura de un sólido que tiene tres dimensiones, y de la misma manera creen que con modelos de tres dimensiones podrían representar una de cuatro...si pudieran dominar la perspectiva del objeto. El tiempo es solo una especie de espacio.

Y porque no podemos movernos en el tiempo como nos movemos en las otras dimensiones del espacio? en el espacio podemos movernos de derecha a izquierda y de adelante hacia atrás, pero no de arriba hacia abajo porque la gravitación nos lo limita. Todo el mundo se ha equivocado pensando que no nos podemos mover en el tiempo. Por ejemplo, cuando muy vivamente un incidente retrocedo al momento en que ocurrió. salto hacia atrás por un momento. Por qué no había de esperarse que finalmente sea capaz de detener o de acelerar el tiempo, o hasta de dar la vuelta y de viajar en otro sentido?

Las teorías psicoanalíticas son precisamente eso una descripción del tiempo psicológico, descripción que coincide con las bases del tiempo físico. La enfermedad mental fundamentalmente es un viaje en el tiempo.

El astrofísico Hubert Reeves dice: "Gracias a nuestros instrumentos, los de la física y de la astronomía, recuperaremos huellas del pasado del universo. Podemos reconstruir su historia, como las prehistoriadores reconstruyen el pasado de la humanidad a partir de fósiles abandonados de las cavernas. Pero tenemos una inmensa ventaja sobre los historiadores: podemos ver directamente el pasado". 

A nuestra escala, la luz viaja muy rápido, a trescientos mil kilómetros por segundo. Pero, a escala del Universo, esta velocidad es irrisoria. La luz tarda un segundo en llegarnos desde la luna, ocho minutos desde el Sol, pero tarda cuatro años en recorrer recorrer el camino desde la estrella más cercana, ocho desde Vega y miles de millones de años desde algunas galaxias. Nuestros telescopios nos permiten observar astros muy distantes, los cuásares por ejemplo, cuya luminosidad es diez mil veces mayor que la de toda la galaxia. Algunos cuásares están situados a doce mil millones de años de distancia. los veremos, entonces, en el estado en que se encontraban hace doce mil millones de años.´

El telescopio es un máquina para retroceder en el tiempo. Al contrario de los historiadores, que jamás podrán contemplar la Roma antigua, los astrofísicos verdaderamente pueden ver el pasado y observar los astros tal como fueron antaño. Vemos la nebulosa Orion tal como era a fines del Imperio Romano. Y la galaxia de Andrómeda, visible a simple vista, es una imagen que tiene dos millones de años. Si los habitantes de Andrómeda contemplaran en este momento nuestro planeta, lo verían con el mismo desfase: descubrirían la Tierra de los primeros hombres. Lo que vemos es el reflejo de la luz que ha tardado en llegar a nosotros miles de millones de años.

El físico Carl Sagan comenta: "El viaje espacial y el viaje en el tiempo están relacionados". Podemos viajar rápido por el espacio porque viajamos rápido hacia el futuro. Pero, y del pasado, ¿podemos viajar al pasado y cambiarlo? Muchos físicos proponen la posible coexistencia, una al lado de la otra, de dos historias alternativas, dos realidades igualmente válidas: la que uno conoce y  otra en la que uno no ha nacido nunca. Quizás el tiempo tiene muchas dimensiones potenciales, aunque estemos condenados a experimentar solo una de ellas. Supongamos que pudiéramos ir al pasado y cambiarlo. Esto equivale a poner en marcha una secuencia diferente de acontecimientos históricos. Si fuese posible este tipo de viaje temporal, podría existir, en cierto modo, cualquier historia alternativa imaginable.

La historia es en su mayor parte un haz complejo de hilos profundamente entretejidos, fuerzas sociales, culturales y económicas difíciles de desenredar. Los acontecimientos pequeños, impredecibles y casuales que en un número incontable van influyendo continuamente, no tienen a menudo consecuencias de largo alcance. Pero algunos acontecimientos, los que tienen lugar en intersecciones críticas o puntos de ramificación, pueden cambiar el aspecto de la historia. Puede haber casos en los que resulte posible provocar cambios profundos mediante ajustes relativamente triviales. Cuanto más lejos este situado en el pasado este acontecimiento más poderosa podrá ser su influencia: porque el brazo de palanca del tiempo se hace más largo.

Para poder afectar al futuro de modo profundo es probable que un viajero del  tiempo tuviese que haber intervenido en un número determinado de acontecimientos cuidadosamente escogidos, a fin de cambiar el tejido de la historia.

Es una hermosa fantasía explorar mundos que nunca fueron. Si los visitáramos podríamos entender realmente como funciona la historia. La historia podría convertirse en ciencia experimental.

Carl Sagan se permite fantasear sobre la historia. Si el espíritu jonio hubiera vencido, creo que nosotros estaríamos ya aventurándonos a las estrellas. Nuestras primeras naves de exploración a Alpha Centauri y a la estrella Barnard habrían regresado haría mucho ya mucho tiempo. Se estarían construyendo grandes flotas de transportes interestelares. En todos estos mundos del espacio hay una secuencia de acontecimientos, hay hechos que determinaran sus futuros, Y en nuestro planeta, este momento de la historia es un punto crítico de bifurcación tan importante como la confrontación de los científicos jónicos con los místicos hace 2500 años. Lo que hagamos con nuestro mundo en esta época se propagará a través de los siglos y determinará de modo eficaz el destino de nuestros descendientes y su suerte, si llega, entre las estrellas.

El psicoanálisis es un viaje en el tiempo psicológico. y es un viaje de ida y vuelta. La persona que se psicoanaliza vivirá dos historias paralelas. Una la familiar y otra la vivida a través del psicoanalista. Tengo intención de explicar estos conceptos a través de más páginas , porque no es nada fácil explicarlo y por es necesario realizar un recorrido a través de la ciencia y de las dimensiones, dos dimensiones, tres dimensiones, la cuarta dimensión.

 

 

 

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