EL RITMO
Cuando estaba trabajando comencé a darme cuenta de cuales eran los problemas a los que me tenía que enfrentar en mi relación con los pacientes.
Nuestra especialidad esta definida por las teorías neurocientíficas, las teorías conductuales y las teorías psicoanalíticas.
Las teorías neurocientíficas y conductuales obedecen a ritmo alterno y las psicoanalíticas a ritmo continuo.
Este hecho supone tener que asumir un gran conflicto en nuestra profesión. No podemos asumir los dos ritmos.
Esta escena ya fue descrita por Freud. En sus trabajos Freud nos mostrará la imagen completa Nos comentará , en el desarrollo de su profesión se comportó como un mal neurocientífico y como un buen psicoanalista. Se compara con Breuer quién será un buen neurocientífico pero no entenderá a la paciente Anna O a quien Freud si entendió. Freud se adelanta y nos relata ya un problema al que nos tendremos que enfrentar en el ejercicio de nuestra profesión.
Un elemento característico del habla es el ritmo, que está íntimamente ligado con el tiempo.
Hay un ritmo natural que esta en la vida misma.
El ritmo esta constituido por la repetición de un patrón y es esencial para la percepción de los acontecimientos que ocurren en el tiempo. el ritmo es un orden acompasado en la sucesión de las cosas. Se trata de un movimiento controlado o calculado que se produce por la ordenación de elementos diferentes. El ritmo puede definirse como la combinación armoniosa de sonidos, voces, palabras, que incluye pausas, los silencios y los cortes necesarios para que resulte grata a los sentidos.
El ritmo tiene un origen neurológico. La percepción del ritmo como rápido o lento esta relacionado con nuestra naturaleza biológica. El ritmo tiene una regularidad subjetiva.
Me di cuenta de este hecho cuando vi que algunos de mis pacientes esperaban de mi una actuación más activa y protestaban. Mi ritmo es el psicoanalítico que es un ritmo lento.
Así, cuando venía por primera vez un paciente a mi consulta lo primero en lo que me fijaba es en el ritmo que el paciente marcaba.
El ritmo que el paciente define y el que puede asumir el terapeuta deben ser el mismo. El paciente sabe automáticamente si el terapeuta ha asumido su ritmo o no. Cuando el ritmo del paciente y del terapeuta no coinciden se produce un desfase del que son víctimas tanto el paciente como el terapeuta. El terapeuta siente que con ese paciente se tiene que esforzar y nuestra profesión para que sea llevadera se tiene que realizar con fluidez. El paciente siente que el terapeuta no le entiende. En un trabajo mío hablaba de los corredores a quienes se les enseñaba como correr, como colocar las articulaciones y que un día descubren el concepto ritmo y tuvieron que explicar que existían dos ritmos y ellos solo podían asumir uno de los dos.
O ritmo corto o ritmo largo.
Parece una tontería, porque dices...corre más deprisa o corre más despacio. Pero esa "tontería" marca una barrera insuperable y eso solo lo sabe la persona que realiza el trabajo práctico.
Ese es el problema del siglo XX que va a ser definido por dos conceptos inmateriales, movimiento y tiempo.
Patologías que obedecen a ritmo continuo
Alcoholismo y toxicomanías
Depresiones reactivas
Disforia histeroide
Trastornos de pánico y agorafobias
Fobia social
Trastornos límites de la personalidad
Patologías que obedecen a ritmo alterno
Depresión mayor
trastorno bipolar
fobias específicas
trastorno obsesivo-compulsivo
trastorno por estrés
trastorno de somatización
esquizofrenias
Este es un estudio que debe ser realizado de forma más pormenorizada. Considero que el problema esta sobre todo en la sección de psicología que es donde se deben estudiar más estos conceptos. Pienso el psicoanálisis debe ser estudiado sobre todo en las facultades de psicología y allí se deben definir estos conceptos. Los médicos estudiaran la biología.
Los pacientes que definen el ritmo alterno son personas que te cuentan mil detalles de su vida, que esperan los vas a recordar y que desean que el terapeuta adopte una actitud muy activa. Que les haga muchas preguntas, que muestre mucho interés. Se podría decir que la iniciativa la lleva el terapeuta.
Los pacientes que definen el ritmo continuo se podría decir que son ellos quienes llevan la iniciativa y el terapeuta solo tiene que encauzar el relato. Si contaron algún dato que no fue interpretado le volverán a relatar.
El ritmo dota de entidad a la sustancia. Sucede como con la música. Las personas que saben solfeo conocen que, si no sabes darles el ritmo adecuado a las notas, la melodía no suena.
En nuestro trabajo hay un momento en que sientes que estas entrando en un ritmo y que él te empuja. Es como sucede con los deportistas que marcan un ritmo y si se lo cambias les destrozas.
Según vayamos añadiendo más dimensiones a la vida, añadiremos más ritmos.
Nuestro trabajo es de una gran sutileza. Es de una gran complejidad.
En este trabajo estoy exponiendo un concepto fundamental que no ha sido estudiado por los profesionales de la salud.
La psiquiatría esta definida por las teorías neurocientíficas, las conductuales, Paulov, Bandura y los psicoanalistas.
las teorías neurocientíficas y conductuales obedecen a ritmo alterno, las psicoanalíticas a ritmo continuo. Los terapeutas conductuales cuando vieron que sus técnicas no daban el efecto esperado tomaron aspectos parciales de las teorías psicoanalíticas (terapia cognitivo conductual). Podemos decir que las teorías psicoanalíticas pueden ser implementadas a ritmo continuo, psicoanálisis propiamente dicho, y a ritmo alterno, terapia cognitivo conductual.
Todos estos conceptos están necesitados de un estudio en profundidad con vistas a su aplicación práctica.