El deseo por comprender el tiempo ha generado perspectivas muy variadas en las distintas civilizaciones y en los diferentes periodos históricos Los primeros hombres consideraban que el tiempo era circular. Todo lo que comenzaba se desarrollaba y moría, y el proceso se repetía. pero los antiguos le tenían pavor a la finitud. Pensaban que cada final debería ser la causa del comienzo de un nuevo suceso. En la mayoría de las civilizaciones surgió la idea de la reencarnación después de la muerte.

Anaximandro fue un gran exponente de la concepción cíclica de la vida. Pensaba que ninguno de los cuatro elementos-agua, tierra, fuego, y aire son el origen y esencia de las cosas. Porque la razón última de la existencia de las cosas materiales debería ser algo indefinido, infinito y atemporal. Ahora bien, todo lo que en la naturaleza nace, se separa de ese infinito e inmutable ,para así comenzar a experimentar temporalidad; esta condenada al cambio, a la destrucción y  desaparición, para luego volver a surgir en un ciclo continuo.  

Heráclito fue el primero fue el primero en reflexionar sobre el cambio. El nos dice que todo en la naturaleza esta sometido a un cambio permanente. Es imposible definir cualquier cosa que pertenezca a ella, porque inmediatamente deja de ser lo que es para ser otra cosa. "Todo fluye nada permanece".

Parménides de Elea reflexionó sobre la idea misma del cambio y concluyó que la doctrina de Heráclito presenta una paradoja: "el ser deja de ser lo que es , para ser otro ser" .Parménides se plantea el problema del ser en si mismo: que es lo que si es. Cuando algo cambia, ya no es lo que en un principio era: su ahora es otro. Considera esto es un absurdo. ¿Como puede surgir un ser a partir de algo que deja de ser, es decir que no es? "El ser es y el no ser no es. Si el ser es y el no ser no es, no tiene sentido que surja algo que si es a partir de lo que no es". Por tanto el cambio, el devenir son absurdos. ¿Como es posible que nuestros sentidos nos muestren un mundo de diversidad, de movimiento?. Parménides explica que lo que nos muestran los sentidos son ilusiones aparentes. Si las cosas en el mundo pertenecieran al ser no podrían cambiar. Considera la diversidad como simples ilusiones: como el no ser en oposición a la realidad interna, única y verdadera: la realidad del ser que es inmutable .El ser no tiene ni comienzo ni fin, no cambia de aspecto ni de lugar. El no ser no es más que un mundo de apariencias del cual no podemos adquirir un conocimiento estable. Solo el pensamiento lógico no permite conocer algo. Pensar significa ser, significa existir. Todas las percepciones de este mundo pertenece al no ser, los colores, los aromas, el movimiento, el cambio, el movimiento,  el tiempo. Este filósofo concluye que el "tiempo pertenece al no ser, que el tiempo no es, que el tiempo no existe.

Según Platón "el tiempo es la imagen móvil de lo eterno". Platón distingue dos mundos separados: el mundo inteligible y el mundo sensible. A las manifestaciones del mundo inteligible, las denomina ideas y las apropia de cualidades como inmateriales, inmutables, eternas, indestructibles. Sin embargo a diferencia de Parménides dice que "esta realidad constituye el modelo perfeccionista del mundo sensible-el mundo material, sometido al cambio, a la generación y destrucción...es decir , la realidad que percibes con los sentidos, y que resulta no ser más que una copia errada del mundo inteligible.

El mundo inteligible esta representado por las ideas y el mundo sensible por los objetos. Así ante un árbol, el mundo inteligible esta representado por la idea árbol  y el mundo sensible por el objeto árbol. Daba más importancia al mundo de las ideas que al mundo de los sentidos. Pensaba que "las ideas son la esencia de las cosas del mundo sensible y que los objetos del mundo sensible, no son más que un pálido reflejo del mundo de las ideas"

Platón llega a la conclusión de que estos dos mundos están intímamente ligados  y no acepta que el mundo sensible (objetos) sea una mera ilusión. Aunque su nivel de realidad, no tenga comparación con el de las ideas, tiene cierta consistencia, que permite que las ideas se manifiesten, al menos como sombras proyectadas por los objetos reales. Vemos que en el mundo sensible el tiempo esta sometido a el cambio y en el mundo inteligible, el tiempo no deja de ser lo que es y permanece estático, eterno, aunque sea el símbolo de el cambio. Platón concibe la famosa frase: "el tiempo es la imagen móvil de la eternidad".

Platón opina que la eternidad no es la negación del tiempo, sino que es su fundamento. Platón se adelanta al pensamiento contemporáneo, ya que en base a su filosofía se extrae que el "tiempo es meramente subjetivo y relativo".

Para Aristóteles el tiempo va ligado a la existencia de los cuerpos y mide su movimiento desde un estado anterior a otro posterior, porque le preocupa más definir el mundo de lo sensible que de lo inteligible. Sin cuerpos en movimiento no habría tiempo, pues el movimiento de los cuerpos permite comprender el paso sucesivo de un estado a otro, del pasado al presente y de este al futuro. Necesita medir el tiempo y lo asocia a un número, necesita dividirlo en unidades y habla de instantes. Necesita que alguien lo mida y por tanto esta en relación a un alma que lo capta y por ello no acierta a definir si el tiempo es un ser o un no-ser. Se ve obligado a darle la razón a Platón ya que el tiempo es a la vez algo numérico y fijo y algo sensible y capaz de ser captado por el alma. 

Es muy común oír hablar de que el tiempo, pero ¿fluye a través de que´? ¿A que velocidad fluye? Tenemos claro que la tierra se mueve a través del espacio, y su movimiento ha sido detalladamente respecto a otros puntos de referencia tales como el sol. Sin embargo, el paso del tiempo no puede describirse más que con respecto a sí mismo.

Si nos abstraemos de términos físicos, podemos llegar a la conclusión de que nuestra forma de considerar el mundo esta ligada al modo en que pensamos. Después de todo, nosotros no vemos realmente el paso del tiempo, si no que, simplemente, sufrimos una serie de experiencias distintas de las que tenemos almacenadas en nuestros recuerdos y es esta diferencia lo que nuestra mente consciente percibe como tiempo.

Ahora , si intentamos volvernos un poco más racionales, podemos pensar que el pasado ya no existe, y no es más real que nuestra imaginación. Del mismo modo podemos establecer que el futuro no existe, pues aún no ha sucedido. Entonces, todo lo que es real es, simplemente un punto infinitesimal que se sitúa entre el pasado y el futuro, que conocemos como presente. Como el tiempo nunca se detiene, podemos determinar que la cantidad que define a esta rodaja infinitamente fina es cero .Así el tiempo es real, pero nada más lo es. Lo único real es el tiempo.

La ciencia siempre ha perseguido el medir el tiempo. otorgándole un símbolo y situándolo en sus ecuaciones mediante la letra t, mientras que han intentado simultáneamente ignorar las disquisiciones filosóficas. Pero con Michelson, Morley, Lorenzt o Einstein todo esto cambió.

Albert Michelson y Edward Morley descubrieron que la velocidad de la luz medida por un observador es la misma con independencia de la velocidad a la que se mueve dicho observador con respecto a la fuente de la luz. Se descubrió que la velocidad de la luz es un concepto fijo 300000 Km/sg. Y que nada se puede sumar a esa velocidad. Mas tarde, el físico irlandés George Fitzgerald y el físico holandés Hendrik Lorent sugirieron que este fenómeno se podría explicar si suponemos que, el tiempo transcurre más lentamente para los objetos que se encuentran en movimiento, introduciendo por primera vez la posibilidad de que el tiempo fuera algo muy distinto al concepto históricamente conocido. Se descubrió que a la velocidad de la luz el tiempo se enlentece.