PSIQUIATRÍA Y SU RELACION CON EL MUNDO CIENTÍFICO
Si hacemos referencia al mundo de la psiquiatría descubriremos que el concepto discreto y continuo se encuentra inscrito en ella. El concepto discreto perfectamente a través del DSM.
En el DSM la enfermedad mental se la describe dividida en compartimentos estancos. Divide la enfermedad mental en grandes bloques, esquizofrenia, trastornos del ánimo, trastornos de ansiedad etc, etc que equivalen a los números enteros. Entre ellos no existe ninguna otra clasificación. Más cuando estudias, por ejemplo, los trastornos del estado de ánimo descubres que las divisiones pueden ser infinitas: manía, hipomanía, trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, episodio mixto, etc,etc. Sucede como con los números, que descubrimos que entre el 1 y el 2 hay un número infinito de fraccionarios. A cada síndrome le asigna un tiempo fijo, hasta un mes, hasta dos meses, hasta un año etc,etc.
Las teorías psicoanalíticas hacen referencia a un continuo. Nos hablan del ser humano como una persona que atraviesa tres etapas en su vida, oral, anal y fálica. Nacemos en la fase oral, a los dos años atravesamos la fase anal y a los cinco la fase fálica. Nos dice que las experiencias infantiles se repiten a lo largo de la vida y son decisivas para determinar las relaciones adultas con los otros. Freud sugirió que la elección de un objeto de amor en la vida adulta, la relación de amor en sí y la índole de otras relaciones objetales dependen primordialmente de la naturaleza y calidad de las relaciones del niño en los primeros años de vida.
En las teorías psicoanalíticas esta perfectamente descrito el concepto regresión: intento de retorno a la fase libidinal anterior de funcionamiento para evitar la tensión y el conflicto en el nivel actual de desarrollo. El psicoanálisis nos dice que podemos regresar a etapas libidinales anteriores. El psicoanálisis nos habla de un tiempo continuo.
El psicoanálisis es una técnica que permite a las personas que no han superado adecuadamente las tres etapas recuperar el tiempo perdido y avanzar a través de él.
Estos dos conceptos discreto y continuo se encuentran inscritos en nuestra profesión y nos tienen tan confundidos como a los filósofos de la antigüedad, entre otras razones porque son conceptos que la mente no integra. O lo vemos como discreto o lo vemos como continuo.
Como diría Zenon los conceptos forman un todo, tanto espacial como temporalmente.
La mente humana es una síntesis de los problemas que han definido a la humanidad.
Einstein ponía el ejemplo de una cama elástica que se verá y ondulada por una bola de bolera y a su vez esta curvatura y ondulación dinámicas de la superficie de la cama elástica determinarán la trayectoria de las bolas que ruedan por ella.
Las dos teorías forman un todo e interactúan mutuamente, La materia de aquí hace que se deforme el espacio de allí, lo cual hace que el espacio de allá se deforme todavía más y así sucesivamente.
Habla de una entrelazada danza cósmica de espacio, tiempo, materia y energía.
Neurociencias y psicoanálisis se comportan como un sistema. Los psicoanalistas enseñan a los neurocientíficos que los espacios están entrelazados y que es un mundo que se mueve. Los neurocientíficos enseñan a los psicoanalistas que forzosamente siempre tiene que haber un contenido. neurociencia enseña al psicoanálisis como curvarse, psicoanálisis a neurociencia como moverse.
Einstein dice: la investigación científica se basa en la idea de que todo lo que acontece viene determinado por las leyes de la naturaleza, y esto vale también para las acciones de las personas. Hay personas que son incapaces de oír la música de las esferas.
Como nos movemos a través de la mente? Solo hacia adelante como sostienen los neurocientíficos o también hacia atrás como defienden los psicoanalistas?
Tenemos que entender que si estos temas han sido debatidos durante siglos por los científicos es porque son de extrema importancia. La mente humana es la madre de la ciencia y vive en permanente simbiosis con ella.
En el siglo I la humanidad pasó de dos dimensiones a tres y en el siglo XX de tres a cuatro.
En el siglo I los individuos estaban definidos por la personalidad psicopática o psicótica. A través de la tercera dimensión hemos definido la personalidad neurótica. La personalidad neurótica oscila entre la psicosis y la psicopatía. Fue una época donde sus miembros hacían gala de una enorme crueldad.
Los paciente psicóticos son personas que no han podido acceder al mundo simbólico y sus comportamientos asemejan a los habidos en aquella época. podemos decir que ellos nos recuerdan como fuimos nosotros en el siglo I. El tiempo en ellos se ha detenido.
La diferencia entre el paciente neurótico y el paciente psicótico es que el neurótico ha podido simbolizar al padre y el símbolo le va a permitir funcionar de forma autónoma. El símbolo le proporcionará identidad. El paciente psicótico al no poder hacer uso del símbolo necesitará siempre la padre real. La ausencia del padre provocará provocará su autodestrucción. Por ello fue tan importante este paso en la cultura occidental, porque dotaba al hijo de un espacio para `poder separarse del padre y poder usar la simbolización. Fue el gran salto de nuestra cultura occidental.
Los dos siglos más importantes de la cultura occidental han sido el I y el XX. En el I porque saltamos de dos dimensiones a tres dimensiones y en el XX de tres a cuatro.
Son siglos terribles porque los cambios son tan impactantes que nos va a costar mucho adaptarnos. Yo digo que son épocas en las que hemos vivido con perplejidad. El siglo XX es el siglo de la perplejidad.
Hemos tardado XX siglos en definir identidad masculina e identidad femenina. Podemos considerar a Cesar Augusto y a Livia los padres del Imperio Romano. Ellos proporcionaban una identidad al pueblo romano. Identidad que fue necesario redefinir. Tardaremos mucho más tiempo en definir identidad concreta e identidad abstracta. El problema es que afecta a todos los órdenes, la ciencia, la sociología, la psicología, el arte etc,etc.
Podemos comparar los cambios efectuados. Un nuevo significante-el Nombre del padre- vendría a sustituir al deseo de la madre, privaría a esta de su producto-el infans- e introduciría la castración simbólica y la vigencia de la Ley.
Marañon dirá: en ninguna otra época de la historia ha estado el destino de los pueblos tan en manos de la mujer como en la de los Césares. Y la razón es que entonces alcanza uno de sus momentos culminantes la categoría legítima de la mujer, la maternidad. Para el romano la mujer era, ante todo, madre, y por ello logra también uno de los momentos de apogeo de su capacidad de seducción frente al hombre.
Identificación imaginaria: (dos dimensiones). Constituye el Yo (moi), que sería un producto de la actividad identificante de la imagen del semejante.
Identificación simbólica:( tres dimensiones) Funda al sujeto. El sujeto sería un efecto de la identificación por el significante que proviene del Otro.
El sujeto del inconsciente se estructura en función de los significantes-rasgos unarios-peculiares que le fueron implantados. la identificación le dejó marcas indelebles en su estructura psíquica.
Lacan
Lacan concibió el organismo viviente estaba sometido a los efectos de la palabra y de los símbolos desde el nacimiento; necesariamente quedaría atravesado por el significante. El poder del padre dependía de su capacidad simbólica.
La ausencia del padre en lo real no significa automáticamente la carencia de su función: y a la inversa, su presencia en lo real no garantizaba que lo cumpliera adecuadamente.
La lengua es un sistema de expresiones convencionales usadas por una comunidad. La lengua siempre es heredada; lo que transmite es ese conjunto de signos y sus modos habituales de combinación.
El signo lingüístico según Saussure
El signo lingüístico es una entidad psíquica de dos caras. Saussure no unía un nombre a una cosa sino a un concepto a una imagen acústica. Esta última no era el sonido material, sino la huella psíquica de ese sonido.
El significante en la teoría lacaniana
Tanto para el lingüista como para el psicoanalista el significante no remite a lo empírico, a cosas ni a objetos reales. El significado de una secuencia de significantes será siempre una incógnita a resolver en cada momento. La función del lenguaje no es informar, sino evocar. Lo que busco en la palabra es la respuesta del otro. El encadenamiento de significantes en asociación libre resultará si acaba generando un significado singular: el de cada analizante.